Por suerte el sujeto centrado en la foto se ha quedado inmóvil, enredado en dos hermosas espinas y sin ansias por seguir adelante y para no recibir mayor herida se queda abrazado a ellas pero ya sin rumbo, estático, sin futuro y quizá sin pasado; esperando una lenta muerte.
Espíritu Farero
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Muchas veces pienso que entramos en la vida siendo muy nosotros mismos, y
salimos de ella del mismo modo. En medio de esos dos extremos se encierra
nuestr...
Hace 11 años