
Esta mañana me he levantado con añoranza de dar un paseo por las calles de Villaba, no sé por qué, pero tenía la necesidad de acercarme por allí; así que aprovechando que no llovía me he acercado hasta el Batán de Villaba con la intención de visitar su interior, pero......sorpresa, sólo abren el fin de semana; no obstante mi idea era la de tomar alguna foto y lo he hecho; el río venía con fuerza y en la orilla junto al Batán he podido observar el revoloteo de un azulado martín pescador, que con sus prisas no se ha dejado tomar la instantánea, y en su lugar he optado por tomar ésta, de una rueda de molino impresionante, estática esperando alguna crecida del río para moverse. También he cruzado el puente medieval que hay junto a la Ermita de la Trinidad desde el que se divisaban unos hermosos reflejos del arbolado circundante. Ha sido un breve paseo, pero ha merecido la pena; breve contacto con la naturaleza que sirve de recarga de pilas para comenzar mañana mi semana laboral.