
Ha sido una tarde lluviosa y fresca en la que no me apetecía quedarme en casa encerrado, a pesar de la temperatura (8º C) y la incesante lluvia he tomado ropa de abrigo y algo de música para el viaje hacia el alto de Ibañeta esperando encontrar la caída de algún copo de nieve; a la salida de la ciudad he hecho un alto en el camino para tomar dos instantáneas que mostraran el otoño viviente. Al llegar a la altura de Huarte - Pamplona la temperatura ya ha bajado un grado y eso me ha animado a continuar mi trayecto hacia Ibañeta. Llegando al alto de Erro el termómetro ya marcaba 3º C y todavía me quedaba más o menos la mitad del trayecto en kilómetros y dos puertos Mezquíriz e Ibañeta, éste último a unos 1000 metros de altitud, poco más casi 1100. A mitad del puerto de Mequíriz he visto un lugar donde parar mi vehículo y he tomado alguna instantánea del bosque otoñal, que a pesar de la escasa luz debida a la intensa lluvia, no restaba belleza al paisaje lleno de colorido intenso otoñal.
En Espinal el termómetro ya había bajado a 2.5º C

Ya dejando Burguete, se divisaba un impresionante bosque completamente otoñal, la carretera invadida de hojas de múltiples colores ocres y rojizos que alfombraban el asfalto negro y llegando a Roncesvalles multitud de vehículos aparcados, algo habitual en el lugar en cualquier época del año; a los pocos minutos ya había alcanzado Ibañeta, donde ya se podía observar una ligera capa blanca en las alturas y donde la temperatura ya había descendido a 0.5º.
Esta ha sido una tarde de domingo en la que he saboreado los límites entre el otoño y el invierno.

