Lugar en el que con breves pinceladas de sentimientos y de fotos intento transmitir mis distintos estados de ánimo.

domingo, 23 de mayo de 2010

Tarde de verdes aterciopelados




Son las 15:15 y el autobús parte rumbo sur, 28º, gran luminosidad y en pocos minutos abandanamos la ciudad; comienzan interminables praderas de múltiples verdes aterciopelados, salpicadas de vez en cuando por amapolas, malvas y salvia silvestre, intensa luz casi cegadora después de las lluvias y los fríos que nos han acompañado en este extraño mayo que de pronto ha brotado el verano , acompañado de una suave música (The wall de Pink Floyd) impregnando mis retinas de tanta variedad de verdes que se me habían olvidado; tras una larga media hora el paisaje comienza a cambiar y los verdes casi desaparecen dando lugar a distintos tonos tierras bañados de cuando en cuando por coloridas flores que culminan con el hermoso molso de la imagen al llegar a destino. Tras cuatro horas de estancia en destino emprendemos el regreso, ahora con una luz más cálida y con vistas a los campos contrarios a los de la ida, avisto en dos ocasiones unos hermosos trigales repletos de amapolas, campos rojos salpicados de pequeñas cabezas verdes de trigo, dominante rojo, espectacular (lástima no haber parado el autocar y tomar unas instantáneas). Nada más pasar la plana de Olite, maravilla de maravillas hemos podido observar un corzo que posaba majestuoso a escasos metros de la autopista, no me lo podía creer, elegante figura que al pasar de nuestro autocar ha girado su linda cabecita, adornada por una diminuta cornamenta, y se han cruzado nuestras miradas; era como una obra maestra en medio del verde del campo, imagen grabada en mi retina que permanecerá en ella de por vida. Siempre creí que las señales de tráfico que lo anunciaban era una broma, ya que nunca había conseguido ver ningún corzo tan próximo a la civilización.

Sé que la imagen que acompaña no es la de los verdes aterciopelados, es la imagen de la llegada a destino, lomas áridas con caprichosas erosiones salpicadas de mantos de flores vistosas.