Paseando esta tarde por el campo me he percatado de que el otoño está más próximo de lo que uno espera. Frutos del tejo, rosa silvestre, pacharanes, girasoles y madroños y las esperadas castañas ya están con nosotros. Además la temperatura ha bajado notablemente, en estos momentos 16º C, después de haber tenido unos hermosos días de prolongamiento de verano hemos tenido que tomar las chaquetas; el cierzo ha renacido y el río presentaba un aspecto impresionante con el empuje del viento. Vayamos preparando las calefacciones aunque espero que todavía el verano nos conceda sus últimos latigazos y podamos tomar un poco de calorcito para sobrellevar las futuras estaciones.
La Sala de los Ecos
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La nave flotaba en un silencio profundo. En su interior se abrió un espacio
distinto, como si los muros se hubiesen disuelto y se filtrase un aire
nuevo. E...
Hace 2 meses
