Por suerte el sujeto centrado en la foto se ha quedado inmóvil, enredado en dos hermosas espinas y sin ansias por seguir adelante y para no recibir mayor herida se queda abrazado a ellas pero ya sin rumbo, estático, sin futuro y quizá sin pasado; esperando una lenta muerte.
La Sala de los Ecos
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La nave flotaba en un silencio profundo. En su interior se abrió un espacio
distinto, como si los muros se hubiesen disuelto y se filtrase un aire
nuevo. E...
Hace 2 meses
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