Fin de semana en solitario, viernes negro, muy negro; fuerte decepción dejada momentaneamente en el olvido debido a un fortuito reencuentro. Sábado despertar de amanecida con el amargo sabor del negror del viernes y ya olvidado el reencuentro para dar cara a un sábado sin rumbo refugiado en largos paseos matutinos por la city, vuelta al hogar para echar algo al estómago y coger fuerzas para lanzarme a la calle provisto de cámara y patear ensimismado en mi interior las calles del casco antiguo; también hoy, agradable sorpresa un reencuentro con un forastero que es su segunda visita a la ciudad, aprovecho a acompañarle durante parte de su recorrido turístico y después volver a dormitalería 54 a recrearme de nuevo en la obra de César.
Regreso al hogar para ver el resultado del largo paseo: Goteo y Llamando a tu puerta
Espíritu Farero
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Muchas veces pienso que entramos en la vida siendo muy nosotros mismos, y
salimos de ella del mismo modo. En medio de esos dos extremos se encierra
nuestr...
Hace 11 años
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