La Sala de los Ecos
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La nave flotaba en un silencio profundo. En su interior se abrió un espacio
distinto, como si los muros se hubiesen disuelto y se filtrase un aire
nuevo. E...
Hace 2 meses
Lugar en el que con breves pinceladas de sentimientos y de fotos intento transmitir mis distintos estados de ánimo.
Ya ha transcurrido una semana y unas horas de esta toma, aproximadamente dos horas antes de nuestra separación forzosa, mis ojos en un continuo mar de lágrimas debido a la emoción y a la tristeza que me esperaba unas horas después con la dolorosa despedida, no obstante el pulso era firme ante tí, prueba de ello es esta toma dentro de tu mirada, el reflejo de mi cara, mi cámara, mis anillos, tu mano sujetando mis gafas y el fondo verde de Cantabria con los nubarrones de aquél domingo, sólo falta el fuerte bramido del viento que azotaba con fuerza y del cantábrico enbravezido.
De tu señor de barbas, imagen del recuerdo grabado en nuestros corazones, pleno de sentimientos y emociones que semejante criatura abrazada a la tierra, tanto por sus pies como por sus manos de la misma manera que el señor de barbas y tú permanecíais abrazados y unidos durante las largas horas de amor que compartíais y que hoy tanto echais en falta por la lejanía física.
Eran las seis y doce minutos de esta mañana de septiembre cuando el señor de barbas salía de su casa rumbo a su coche a encontrarse contigo, al abrir la puerta trasera del vehículo instintivamente ha mirado hacia el cielo en busca de ella, la testigo de los quereres; él con una mirada de confidentes la ha mirado fijamente, han sonreído y ella rauda ha ido a tu encuentro para rozarte con su velo y llevarte los besos del señor de barbas.