Mi viaje terminó aquí, en la Thalasso Real, Santander; fue un regalo de cumpleaños que recibí de mi hijo y su novia, una estupenda sesión de balneario con masaje incluído, regalo que recomiendo a todo el mundo. Un gran regalo para finalizar un viaje largo y tenso debido a las condiciones meteorològicas que padecimos en ese macropuente de diciembre, llamado aquí en Navarra el puente foral, ya que aquí lo comenzamos el día 3, día de San Francisco Javier.
2 comentarios:
Xuaqu, después de un trimestre complicado vuelvo a tu casa para deleitarme con esas magníficas fotografías de mi segunda patria chica...A ella voy siempre que puedo y contigo he recorrido las calles de Pontevedra, ciudad que me encanta por su embrujo y saudade que nos deja cuando nos marchamos.No cabe duda que el servicio militar para los chicos era fatigoso pero cómo muy bien dices te ha dejado buenos recuerdos y al final es lo que cuenta.... Me alegro que hayas disfrutado en ese magnífico balneario y hayas recargado las pilas...Yo espero hacerlo todos estos días... Te deseo una ¡FELIZ NAVIDAD! al lado de todos los que más quieres.Un abrazo sincero
Gracias, Angela, te echaba de menos, a pesar de que paso muy poco por aquí. Yo también te deseo mucha felicidad para estos días y espero que el año entrante te traiga muchas alegrías y sigas deleitándonos con tus entradas. Un fuerte abrazo.
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