Me hacen recordar tu mirada, mirada relajada, el arqueo de tus cejas cuestionando ante mi mirada penetrante y seria por no saber muy bien lo que está ocurriendo, o sabiéndolo temiendo que ocurra; aceptando que ha ocurrido. Es inevitable, no se puede luchar contra los sentimientos, están ahí y no es bueno evitarlos, por qué evitarlos si resultan tan evidentes, tan atractivos, tan apaciguadores. ¿Acaso no es lo que buscamos? La paz, la felicidad.....el sentirse querido, aceptado por otro ser y responder de igual manera.
Este frio invierno me paraliza, no me deja ver con claridad, hay tanto calor en mi interior que temo se enfríe con la temperatura exterior. Pasan los días y el calor aumenta, los sentimientos crecen, no puedo pararlos..... dónde estás? Serán correspondidos? Los momentos Agus.... continúan, aunque controlados de otra manera, desde mi soledad luchadora, desde mi interior ardiente que desea con ternura se repitan y duren toda una vida.
Anhelo tu voz, que me tranquiliza; anhelo el amor que me calma, anhelo tu sonrisa. Son tantos los anhelos que no terminaría en toda una vida.
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