
La Sala de los Ecos
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La nave flotaba en un silencio profundo. En su interior se abrió un espacio
distinto, como si los muros se hubiesen disuelto y se filtrase un aire
nuevo. E...
Hace 2 meses
Lugar en el que con breves pinceladas de sentimientos y de fotos intento transmitir mis distintos estados de ánimo.
Ayer por la tarde y aprovechando que hacía un día espectacular salí con mi cámara para plasmar la brillantez del día, un día azul y limpio, de esos que suel haber aquí en Pamplona cuando tenemos ese vientecillo del norte, el cierzo, que no deja subir demasiado las temperaturas pero que limpia la atmósfera de una forma muy especial, da un brillo que casi hace daño a la vista. Bueno, el caso es que me dí cuenta que el verde mayo va desapareciendo y junio va adentrándose en los campos de cebada, hecho que me atrajo e hizo que olvidara mi objetivo, la brillantez del día, y entonces me centré en el dorado de los campos.
Ha sido un mes de Abril de buenísimas temperaturas, días soleados y de poca lluvia, un mes de Abril algo atípico, casi se podría decir que fue un Mayo adelantado, que por fortuna lo he podido disfrutar en todo su esplendor y prueba de ell son estas hermosas flores y hasta una espiga de cebada; es una lástima no poder transmitir el intenso aroma que manaba de las flores de guisante (así las llamo yo), recogidas en un campo que cada año me deleita con sus variado e intensos colores y con ese embriagador aroma.